11/7/09

Una joven de Mérideña triunfa en la NASA




Cuando cursaba inglés en un reconocido instituto de Mérida, vio en una pared el anuncio de una beca a Pennsylvania, se dio cuenta que reunía todos los requisitos, consignó sus documentos y fue llamada posteriormente. Hoy, años después, triunfa en la NASA como astrónoma.



Este es el reportaje que publica el Diario Pico Bolivar de Mérida:

Nadie imaginó que aquel 13 de septiembre del año 1997 cambiaría para siempre el destino de una joven venezolana nativa de la Ciudad de los Caballeros, quien partió desde el aeropuerto internacional de Maiquetía llena de ilusiones, miedos y confianza en Dios, se enrumbó al exterior y ahora brilla con luz propia en Minnessota, Estados Unidos, donde se destaca como científica en astronomía.

Todo comenzó en enero del 86 cuando Neyda Abreu Zambrano, con tan sólo 6 años, cursaba primer grado en el Colegio Fátima, para esa fecha se esperaba que fuese visualizado desde el planeta Tierra el cometa Halley, efectivamente así sucedió, ese tema fue muy discutido en el aula de clases, despertando en la pequeña niña un mágico interés por el sistema planetario, situación que actualmente le ha permitido estudiar ciencias planetarias y orígenes del sistema solar en la NASA.

La entrevista con esta talentosa venezolana, de 28 años, se tornó bien interesante, cada palabra estaba repleta de emociones por doquier. Derroche de simpatía y timidez inundaban el ambiente, nuestro interés es describir a nuestros lectores el extracto de este sueño hecho realidad.

–¿Dónde cursaste tus estudios superiores? –Yo inicié mis estudios en la Universidad de Los Andes, en la Facultad de Ciencias, en el Departamento de Física, donde cursé tres semestres para luego mudarme a Minnessota becada por la universidad y prepararme en Física y Astronomía.

–¿Cómo llegaste a la NASA y coméntanos tu experiencia? –Llegué gracias a la ayuda de muchos profesores durante mi carrera universitaria, es una experiencia de equipo, de compartir con un grupo de personas con una meta en común de explorar, de aprender acerca del universo que nos rodea. Tengo cerca de 9 años laborando para la NASA, 2 años en pregrado estudiando la magnetosfera de la Tierra, la aurora boreal, tormentas de electrones que caen y de partículas cósmicas, luego de eso realicé mi doctorado dentro de esa área.

–¿Qué me puedes decir de Cabo Cañaveral? –Allí he tenido experiencias muy limitadas, nuestros trabajos los realizamos en Houston, donde funciona realmente el corazón de la parte científica de NASA. Cabo Cañaveral es muy emocionante, es ver un sueño de poder explorar más allá de este planeta. Como científica siempre será un sueño para mí, observar mi planeta desde otra perspectiva como lo es la del espacio; espero algún día viajar a la Luna.

–¿En qué se basan tus trabajos de investigación? –Son basados en una pregunta muy humana y que siempre hemos tenido, que es de dónde venimos, en tratar de responder cómo se forman los planetas y cómo ellos se convierten en hogares de la vida.

–Háblanos un poco de ti, Neyda, ¿cómo es tu vida? ¿Estás casada? –Bueno, hmm –entre risas– estoy casada y no tengo hijos, mi esposo se llama Ven Ortega, nativo de Nuevo México, en Mérida está todo mi núcleo familiar que quisiera que estuviesen conmigo, es decir, mis padres y mi hermana, con quien trato de hablar vía telefónica por lo menos una vez a la semana, trato de viajar en cuanto me sea posible a Venezuela dos veces al año.

–Háblame de tu familia –Bueno, vengo de un hogar maravilloso, lleno de valores y buenos ejemplos. Mi padre, José Abreu, es abogado en ejercicio; mi madre, Hermelinda Zambrano de Abreu, educadora jubilada de la ULA, y mi hermana menor, Alibeth Abreu, recientemente se graduó en la ULA como administradora y contadora con la mención magna cum laude.

–¿Dónde vives actualmente? –Me estoy mudando a Pennsylvania, donde trabajaré en Pennsylvania State University impartiendo clases en el laboratorio de Mineralogía.

–¿Cuáles son tus metas a futuro? –Bueno, conseguí dos de mis anheladas metas, culminar mi doctorado y la otra comenzar a trabajar como docente universitaria, donde se me brinda la oportunidad de transmitir los conocimientos que he adquirido a personas con intereses comunes.

–¿Qué extrañas de tu país? –¿Además de la tizana?, las cachapas con queso ahumado (risas)… extraño los paisajes espectaculares que tiene Mérida, sus montañas, la posibilidad que tienes de salir de tu casa y trasladarte a cualquier sitio maravilloso.

–¿Qué mensaje le dejas a la juventud venezolana? –Que tienen muchísimo en qué inspirarse, que sólo deben mirar a su alrededor y ver que tienen un país maravilloso y que realmente se compara con pocos, que hay muchas oportunidades, que trabajen fuertemente para que logren alcanzar sus metas.

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